
Subaru WRX STI
¡Quiero uno!
El sucesor del mítico Impreza es un auténtico Grupo N que entra en juego con nueva denominación, mucha personalidad y fuertes sensaciones que son equiparables a lo que podemos vivir en un coche de carreras.
El Subaru WRX STI puede cumplir perfectamente con las regulaciones que se les exigen a los coches de Grupo N, que son modelos de calle modificados para adaptarlos a la competición. Por tanto, te puedes hacer una idea de lo deportivo y hasta radical que es este Subaru.

Por fuera, pese a que la versión que tuvimos la oportunidad de probar no contaba con el espectacular alerón posterior, lucía un aspecto muy deportivo que no escondía, en ningún caso, sus verdaderas intenciones. Nos encanta su silueta, su frontal, sus aletas ensanchadas, sus cuatro salidas de escape y sus preciosas llantas pintadas en color negro con el logotipo STI pintado en color rojo y ubicado en el centro de las mismas.
Por dentro, tampoco decepciona y nos sigue encantando. Encontramos un interior totalmente negro con detalles en rojo -muy ochentero- que nos recibe con unos asientos muy confortables a la vez que deportivos. El volante cuenta con un tamaño perfecto y con un tapizado de cuero y solidez que transmite calidad y muy buenas sensaciones. La postura al volante es prácticamente perfecta; el volante se puede regular en la posición óptima, el asiento se ajusta perfectamente al cuerpo y el cambio y los pedales están en una posición ideal para manejarlos con comodidad.


No queremos pasar por alto el diseño del cuadro de instrumentos, que resulta espectacular. Cuenta con una iluminación en rojo y es capaz de facilitarnos mucha información. Además, entre los dos diales, hay una pantalla a color de 3,5 pulgadas que se visualiza muy bien. Para mejorar la información que puede recibir el conductor, hay otras dos pantallas dispuestas en la consola central. Desde todas ellas, podremos ver, por ejemplo, información sobre la presión del turbo, de los consumos, o del sistema de climatización.
Pero lo mejor de este coche llega cuando pulsamos el botón que nos permite poner en marcha el motor. En ese instante, nos damos cuenta que el WRX es un coche con vida propia. Bien es cierto que, el motor Boxer, no es un regalo para los oídos cuando arranca o nos movemos a bajas vueltas, pero tampoco es que suene mal. Aun así, nos encanta que el motor se revolucione durante unos instantes para que coja rápidamente la temperatura de servicio.
Para utilizarlo a diario, como es lógico, no es el coche más confortable del mundo, pues tiene una transmisión muy densa, una dirección más bien dura y una suspensión muy firme que, a diferencia de otras con un reglaje similar, no resulta incómoda y, además, absorbe muy bien los baches.

Al ponernos en movimiento, notamos al instante que es un coche casi de carreras por motor y suspensión. Si hablamos del motor, encontramos una mecánica Boxer sobrealimentada de cuatro cilindros y 2.5 litros que entrega una potencia de 300 CV y un par motor de 407 Nm. En la parte baja del tacómetro, como buen coche de carreras que se precie, no es una zona en la que motor se encuentre cómodo. Para evitar que se cale, hay que regular el embrague con mimo y revolucionar un poco el motor. La mejor respuesta comenzamos a notarla a partir de 3.000 rpm y, a partir de 4.000 rpm, es cuando comenzamos a experimentar todo lo que puede dar este motor. Y es que, cuando estiramos el motor al máximo, el empuje es contundente y el sonido del motor cambia por completo. Todo ello, para goce y disfrute del conductor.
El consumo de carburante se ajusta a lo que cabe esperar en un coche de esta potencia y peso. Según nuestras mediciones, obtuvimos una media de 10 litros a los 100 kilómetros en autovía, y prácticamente lo mismo en carretera secundaria siendo respetuosos con las limitaciones de velocidad.


Si analizamos su comportamiento dinámico, el WRX STI no es uno de esos coches en los que te sientas y puedes atacar las primeras las primeras curvas sin despeinarte. El modelo de Subaru, a diferencia de modelos de calles de similar potencia -el SEAT León CUPRA 300 puede ser un buen ejemplo-, el modelo japonés es un coche que hay que entender y tener cierto respeto si uno toma la decisión de ir rápido. No es que se trate de un coche excesivamente exigente, pero tiene ciertas reacciones bruscas a la hora de trazar que te piden a gritos que seas prudente, fino y preciso.
Lo que menos nos ha gustado es, sin duda, el tacto de la dirección. A nosotros nos hubiera gustado que fuera más precisa y que te permitiera sentir mucho mejor el tren delantero. Además, también detectamos ciertos cambios en su asistencia que le restaban puntos. En cuanto a los frenos, unos Brembo con 4 pistones delanteros y dos traseros, nos encantaron por tacto y mordiente -si fueran más resistentes en uso intensivos serían perfectos-. Por último, también nos pareció mejorable el tarado del control de estabilidad, que resultaba demasiado intrusivo y no se podía desconectar por completo, algo que, en un vehículo de este tipo, debería ser de obligado cumplimiento.

El WRX STI es un coche con el que se puede ‘trastear’ para encontrar el coche perfecto en función de la conducción de cada momento. Para ello, el WRX añade una nueva función, denominada «Active Torque Vectoring», que reparte par de manera inteligente a las 4 ruedas y, en caso necesario, frena la rueda interior para mejorar el paso por curva y la seguridad. Para completar esta función, el WRX también ofrece el sistema DCCD, que actúa sobre el diferencial central autoblocante, permitiendo elegir un ajuste manual con seis niveles de reparto de par entre el eje delantero y trasero hasta un ratio del 41:59. También podemos contar con un modo automático, que actúa conjuntamente con el VDC para obtener la mejor tracción posible dependiendo de las condiciones de adherencia. Respecto al ya conocido sistema «SI Drive», dispone de tres modos de respuesta del motor: Intelligent, Sharp y Sport Sharp.
Como suele ser habitual en la marca, el equipamiento de serie es muy completo y la gama es sencilla. En el caso del modelo que nos ocupa, actualmente se vende en un único acabado denominado Rally Edition que cuesta 46.900 euros. No es un precio elevado si se tiene en cuenta el tipo de coche que es, la potencia que ofrece y lo que cuestan los modelos de la competencia con características similares. De serie, no van a faltar elementos como los asientos de cuero y Alcantara, los varos de xenón, el climatizador bi-zona, un equipo de sonido firmado por el especialista Harman Kardon y un sistema de infoentretenimiento, denominado Subaru Starlink, que nos parece ciertamente mejorable en cuanto a la respuesta táctil de la pantalla.