Equilibrio en estado puro

La versión más extrema y deportiva de la gama León da un salto más para acercarse a los compactos más potentes del mercado. Como suele ser habitual en el compacto español, el equilibrio está presente en todos sus apartados.

La última vez que probé el León Cupra, en su versión de 280 CV, me encantó. Encontré un coche muy dócil, equilibrado, efectivo, muy fácil de conducir y con un gran motor bajo el capó. Son las mismas sensaciones que he tenido al probar la nueva versión mejorada de 300 CV, que en este caso pude conducir brevemente en el Circuito de Castellolí.

En primer lugar, hice muy pocos kilómetros por las autovías barcelonesas plagadas de radares. En ese tipo de condiciones, pocas conclusiones pude sacar. Sin embargo, la versión ST asociada al acabado deportivo Pack Performance al cambio de seis velocidades y a la tracción integral 4Drive, no me dejó mal sabor de boca. Tan solo criticaría el tacto del embrague y el cambio, que resultaban algo densos de manejar, sobre todo al salir desde parado o al circular a bajas velocidades. No obstante, son detalles que van en función de los gustos y preferencias de cada uno. Por lo demás, me pareció un muy buen coche; bien acabado, gran sensación de solidez tanto por fuera como dentro y una suspensión muy bien reglada para que este CUPRA sea un coche muy utilizable para el día a día, incluso en el perfil de conducción más deportivo.

En circuito, tan solo pude dar dos tandas de tres vueltas cada una con algo de tráfico y a un ritmo que, en ocasiones, llegaba a ser “algo lento”. No obstante, fue suficiente como para hacerme una idea lo bueno que es este coche. En primer lugar, te hace muy buen conductor y es capaz de perdonar cualquier tipo de fallo y, en segundo lugar, uno siempre tiene la sensación de tener todo bajo control y de ser un auténtico fenómeno al volante.

En líneas generales, me ha parecido un coche preciso y efectivo en todo tipo de curvas. Bien es cierto que me hubiera gustado encontrar una dirección algo más comunicativa en curva rápida -en un circuito muy lento y ratonero es muy rápida y comunicativa-, pero no es un impedimento para que el coche no vaya rápido, ni para la diversión al volante se vea afectada, ni mucho menos.

El motor es una auténtica pasada; es muy reactivo a las órdenes del gas, siempre está lleno, permite que este coche sea muy rápido y, además, es muy suave y progresivo para disfrutarlo en una conducción más normal y civilizada.

Si tuviera que elegir entre las cajas de cambio disponibles, sin duda optaría por el DSG de 6 velocidades, que es magnífica en conducción deportiva y muy cómodo de usar cuando toca ir al supermercado para hacer la compra semanal.

En resumen, que el último CUPRA me ha gustado tanto y me ha parecido tan equilibrado, que sería mi coche ideal para comprarlo ahora mismo. Lo tiene casi todo, y creo que, en estos momentos, no hay un compacto deportivo de potencia similar tan rápido, equilibrado y fácil de conducir. Sin duda, una opción muy recomendable que SEAT comercializa a un precio competitivo y accesible. Te puedes comprar uno desde 34.050 euros y, si tienes un SEAT, puedes entregarlo a cambio para ahorrarte 4.800 euros.

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