Dossier gama – Renault Mégane GT y GT-Line

Dossier gama – Renault Mégane GT y GT-Line

Esencia de Gran Turismo

Hasta la llegada del Renault Mégane RS, que está confirmada, las versiones más deportivas que actualmente ofrece la gama del compacto francés responden al apellido GT y GT-Line. Disponibles en dos carrocerías, Berlina y Sport Tourer, estas variantes cuentan con mucho atractivo, un dinamismo sobresaliente y un tacto deportivo que no compromete el confort ni su uso diario.


El nuevo Renault Mégane representa la cuarta generación de un modelo que ha batido récords a lo largo de sus 20 años de existencia. Sin ir más lejos, el liderazgo absoluto del mercado español en 12 ocasiones, 9 de ellas consecutivas entre 2003 y 2012. También ostenta ser la gama que ha vendido más unidades en términos absolutos en un año natural en nuestro país, con 117.624 en 2004, cifra difícil de igualar.

Nosotros queremos hablarte y contarte todos los detalles de sus versiones más deportivas, que responden a los acabados GT y GT-Line. Todas ellas tienen una estética muy deportiva, una amplia gama de motorizaciones, una dinámica muy cuidada y un equipamiento que es una auténtica referencia dentro de su segmento.

Deportividad y elegancia
Si hablamos de diseño puro y duro, estas versiones ofrecen un diseño exclusivo y más agresivo. La parte frontal equipa un paragolpes delantero rediseñado para imprimir un mayor look deportivo. Asimismo, integra una toma de aire más ancha y rejillas en la calandra rediseñadas en forma de nido de abeja.

En la parte trasera, el diseño del Mégane GT se refuerza a través de dos tubos de escape cromados a juego con las hendiduras delanteras que envuelven un difusor que recuerda a un monoplaza de fórmula uno.

Además, como elemento diferenciador, el Mégane GT luce una denominación trasera tipo « Renault Sport » en la parte trasera, las aletas laterales, y en el frontal. Esta versión deportiva inaugura un color de carrocería llamado ‘Bleu Iron’, que se combina con la tonalidad ‘Dark Metal’ en la zona delantera y sobre los embellecedores de los retrovisores. Para rematar el conjunto estético, el Mégane GT propone igualmente llantas de aluminio de 18″ diamantadas desarrolladas específicamente por Renault Sport.

Dinamismo superlativo
La excelente dinámica del chasis está garantizada con el 4CONTROL. Este sistema de cuatro ruedas directrices aporta control, dinamismo y precisión en carreteras sinuosas. Además, esta solución tecnológica ofrece estabilidad a velocidad elevada y maniobrabilidad a baja velocidad para las maniobras. Por otro lado, el balanceo de la carrocería se reduce gracias a una barra estabilizadora tubular específica que hace que el coche se «pegue a la carretera». Para conseguir estas magníficas prestaciones, el sistema 4CONTROL calcula y ajusta cien veces por segundo el ángulo de dirección de las ruedas traseras para garantizar una estabilidad óptima en todo momento.

Con el sistema 4CONTROL, por debajo de 80 km/h en modo Sport y 60 km/h en los demás modos, las ruedas traseras viran en sentido inverso a las ruedas delanteras. El coche se asemeja entonces a un vehículo con una distancia entre ejes del segmento inferior, lo que le aporta precisión y dinamismo. Por encima de estas velocidades de inversión, las ruedas traseras viran en el mismo sentido que las delanteras. El coche se asemeja entonces a un vehículo con una distancia entre ejes del segmento superior, lo que le aporta estabilidad.

Para poner la guinda al pastel, el Mégane GT dispone de cuatro modos de conducción que permiten responder a las expectativas de los distintos conductores: Sport, Neutro, Confort y Personalizado.

El modo Sport permite acceder a toda la deportividad del Mégane GT. Activado este modo de conducción, el 4CONTROL es más directo y reactivo. Permite una reducción del ángulo en el volante del 40 % (esto es, un 5 % más que en los otros modos) con respecto a un coche idéntico sin 4CONTROL, lo que facilita una conducción dinámica y serena al encadenar curvas. El modo Sport actúa sobre el reglaje de la dirección, la cartografía del pedal del acelerador y la configuración motor-caja. Además, en esta modalidad deportiva se puede disfrutar del sistema ‘Launch Control’, que permite un arranque de tipo «salida en parado», significativamente más rápido; y el sistema «Multi Change Down», que permite reducir automáticamente varias velocidades de golpe en caso de frenada prolongada.

Hay otros dos perfiles de conducción que son más recomendables para una conducción algo más racional. Se trata de los modos ‘Neutro’ y ‘Confort’. El primero de ellos se activa por defecto al arrancar, y ofrece la mejor combinación entre deportividad y confort a diario. El segundo, permite optimizar el consumo mediante la tipificación económica de algunas funciones. Por último, hay un modo Personalizado que permite al conductor configurar y ajustar el vehículo de acuerdo con sus deseos.

El chasis, tal y como cabe esperar en una versión deportiva de este calado, cuenta con nuevas piezas específicas: muelles, amortiguadores, barras estabilizadoras, dirección.

Los muelles y amortiguadores proporcionan un mejor confort vertical y contribuyen a la polivalencia de un vehículo destinado a un uso diario, conservando al mismo tiempo la deportividad. El diámetro de los discos de frenos es 30 mm mayor respecto al resto de versiones, lo que aporta mayor potencia de frenada: 320 mm en la parte delantera; 290 mm en la parte trasera.

Una completa gama de motores
La oferta mecánica es lo suficientemente completa como para cubrir cualquier tipo de necesidad. Si hablamos de las opciones de gasolina, la versión de acceso está asociada a una mecánica 1,2 L turbo de 130 CV que ofrece unas prestaciones equivalentes a las de un motor atmosférico de 2 litros. Debido a su tecnología de inyección directa y su turbo-colector integrado, este motor es suave y reactivo. La inyección directa mejora la combustión de carburante en beneficio del consumo (5,3 L / 100 km) y de las emisiones de CO2 (119 g CO2 /km). Esta motorización se puede combinar con una caja manual de seis velocidades, o bien, con una transmisión automática de doble embrague EDC (Efficient Dual Clutch).

Para el Mégane GT queda reservado el motor Energy TCe 205 que, como su denominación indica, entrega una potencia máxima de 205 CV y un par motor de 280 Nm disponible desde 2400 r.p.m. Este 1,6 L turbo de gasolina, puesto a punto por Renault Sport, también hace gala de unas prestaciones brillantes que no compromete el consumo (6 L / 100 km) y las emisiones de CO2 (134g / km) en ningún caso.

Si hablamos de los motores diésel, también encontramos una gama redonda. El motor menos potente es un Energy dCi 110 CV, que se puede asociar a una caja de 6 velocidades, o bien, a una automática de doble embrague EDC de idénticas relaciones. Con esta última, el consumo medio es de 3,7 L/100 km y, sus emisiones de CO2 son de 95g CO2. Como motor intermedio, encontramos el Energy dCi 130, que entrega una potencia de 130 CV y un par motor máximo de 320 Nm a 1750 r.p.m. Gracias a la aplicación del downsizing, este motor diésel de 16 válvulas ostenta una potencia de 130 CV con una cilindrada de 1598 cm3.

La gama diésel queda coronada con la motorización Energy dCi 165. Esta mecánica, que se encuentra asociada a un cambio automático de doble embrague EDC y 6 velocidades, ofrece una potencia de 165 CV y un par motor máximo de 380 Nm. Este motor se beneficia de la tecnología Twin-Turbo de Renault. El primer turbo de muy baja inercia ofrece brío en el despegue y respuesta instantánea desde los bajos regímenes. El segundo turbo garantiza buenas subidas de régimen, con mucho fuelle y unas recuperaciones dinámicas en una gran amplitud.

Galería de fotos: ®JETXU


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